"Porque
la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros, es poder de Dios". (1)
En
su política de desprestigio de la sabiduría humana por parte de los profetas y
predicadores no podría faltar el recurso de la intimidación del infierno y el
soborno del cielo.
Cuando
nos hacen tragar la mentira de que el objetivo central de la existencia humana
es salvar nuestras almas de las llamas del infierno, los portavoces de Dios nos
informan que la razón es un obstáculo para poder lograr esa meta. La exigencia
de evidencias y buenas razones por parte del intelecto humano es un impedimento
para poder dar lugar a la aceptación de la creencia religiosa.
La sabiduría
humana, según ellos, es algo malo para la vida espiritual, es una peligrosa
debilidad que nos asegura la entrada en el infierno. Por eso los que hacen caso
omiso a las objeciones y dudas
provenientes de la sabiduría de este
mundo, son los que ganarán la vida
eterna y disfrutaran del tan anhelado paraíso.
Así el
predicador convierte hábilmente la razón en una herramienta de Satanás. Con
ello ahoga las posibles dudas que puedan surgir en sus fieles seguidores. Cuando
el creyente tenga cierto escepticismo respecto a lo que afirma el profeta,
inmediatamente lo atacará el terror y el sentimiento de culpa al creer que se
está dejando manipular por el demonio.
Aparece entonces
la necesidad urgente de la fe. La fe nos salva de las garras de Satán. Con la fe
se hacen añicos los controles que ejerce la razón y se le abre paso a la creencia
religiosa. Así atenúa el creyente el terror al infierno y se siente más cercano
a las puertas del cielo.
El costo de
satanizar el intelecto humano cuando ejerce la duda y la crítica es que el
sujeto se autoinhabilita y cree ciegamente en todo aquello que diga el profeta
incluso si lo que dice va en contra de la realidad.
Referencias
(1) 1 Corintios 1: 18
en la antigüedad los creyentes amedrentaron ,encarcelaron y persiguieron a personas que usaron la razón Galileo ,Eratóstenes y Copérnico ,es una pena no han cambiado mucho. is 40.13,14.
ResponderEliminarPrimero que todo gracias por comentar Anónimo
ResponderEliminarTienes razón. El uso de la violencia también es una de las tantas formas en las que la sabiduría divina ha buscado exterminar el ejercicio de la razón.
El asesinato e intimidación de aquellos que ejercían la razón era lo más frecuente en épocas en las que la religión gozaba de mucho poder. Estoy seguro que si la religión gozará del mismo poder seguiría asesinando intelectuales. Ejemplo de ello las teocracias en Medio Oriente.
Respecto a la cita creo que te refieres a Isaías la tendré en cuenta para uno de mis próximos post.